Bielorrusia: crece disputa por gas ruso

Rusia se ha enfrentado con varios de sus vecinos por el precio que cobra por el gas. Una disputa entre Bielorrusia y la empresa energética estatal rusa Gazprom, en torno al incremento de precios en las exportaciones de gas rusas, se ha intensificado.

Un alto funcionario del gobierno bielorruso sugirió que los envíos de gas ruso a clientes en Europa Occidental a través de Bielorrusia podrían verse afectados si no se llega a un acuerdo.

Cerca de 20% del suministro de gas ruso a clientes en Europa central y occidental transita a través de gasoductos en Bielorrusia.

Gazprom provocó un pánico en enero pasado cuando brevemente cortó los suministros a Ucrania en otra disputa por precios, precipitando una escasez de gas natural en partes de Europa.

Las conversaciones entre Bielorrusia y Gazprom en torno a la propuesta de duplicar el precio de gas, se interrumpieron el martes en Moscú.

A su regreso a Bielorrusia, el vice primer ministro Vladimir Semashko, advirtió que si no obtenía un nuevo contrato de suministro, Gazprom, en sus palabras, no obtendría un acuerdo para el tránsito de gas.

Duplica los precios - Según informes, en Bielorrusia muchos se preparan a afrontar las consecuencias de un recorte de gas.

Aunque Semashko dijo que espera que no se produzca un recorte en el suministro de gas, informes desde la capital bielorrusa, Minsk, señalan que residentes en esa ciudad han acumulado ropa abrigada en anticipación de una escasez del combustible a partir del primero de enero de 2007.

Bielorrusia paga en la actualidad US$47 por cada 1.000 metros cúbicos de gas importado de Rusia.

Gazprom reclama ahora que Bielorrusia pague US$110.

La empresa rusa también pide que Bielorrusia le otorgue una participación de 50% en la red de distribución de ese país, incluyendo un valioso gasoducto de tránsito que transporta hidrocarburos a Polonia y Alemania.

La actual disputa es también similar a las que Rusia ha mantenido en días recientes con Georgia acerca del precio de las exportaciones de gas. | BBC Mundo